El exjugador de Atlético Huila y Deportes Tolima ya entrena con Sporting Cristal.
A los 29 años, y luego de estar cinco temporadas en el fútbol colombiano, Nicolás Ayr le apareció una oportunidad que no dejó escapar. Sporting Cristal se interesó en su fútbol y se lo llevó para Perú, y con él intentar volver a los primeros planos del fútbol inca.
Roberto Mosquera, el entrenador del club 'cervecero', lo buscó y ya expresó su satisfacción por la llegada del defensa central argentino.
Ayr, aunque no parezca, cumplió cinco temporadas en el fútbol nacional. Jugó diez torneos y no pasó inadvertido. Rendidor en el campo, dejó un sello de seguridad y regularidad en su fútbol.
Ahora, ya en Lima, el futbolista que también actuó en Estudiantes de La Plata, Trotamundos de Tijuana en México y 2 de mayo en Paraguay, agradeció su paso por Colombia y prometió volver para terminar su carrera.
"Colombia es un país bellísimo y en el que se trabaja tranquilo. Mi señora es colombiana, tengo dos hijos con nacionalidad colombiana, Valentino y Abril, y sólo puedo agradecer por todo lo que me dio ese país", dijo Nicolás Ayr, quien ya realiza la pretemporada en Perú con Cristal.
El defensa afirmó que el paso al fútbol peruano es clave: "Es un paso importante. Un paso que para mi carrera es algo que me sirve. Después de cinco años que me ayudó mucho para pasar a este país. Lo que viví con Tolima y Huila fue muy importante. Les agradezco a ellos la posibilidad que me dieron para mostrarme".
De igual forma, Ayr agradeció a los entrenadores que tuvo en el fútbol colombiano: "Hernán Torres, 'Teacher' Berrío, Néstor Otero me enseñaron muchas cosas, a ganarme el día a día, al esfuerzo que uno tiene que dar siempre en el campo y afuera del terreno. A todos los entrenadores les saqué su juego".
Sobre su nuevo reto, le sorprendió la organización y lo grande de Sporting Cristal: "Este es un club grande. Tienen acá una idea de ser campeón y una estructura que impresiona. El técnico Roberto Mosquera me recibió muy bien y eso me motiva".
Nicolás Ayr pasó por el fútbol colombiano y dejó su sello en las canchas. eso sí, fuera de ellas también marcó un punto alto por su humildad y por su agradecimientos a los dos equipos en los que actuó. Un defensa que no solo quita, también aporta.
